*Rostros Cuadrados. La frente, la mandíbula y las mejillas con dimensiones similares son las características típicas de los rostros cuadrados. Para esta forma de cara se necesitan ángulos que suavicen el rostro. Para conseguirlo, evitá los lentes con esquinas regulares, siempre optá por un estilo lo más redondeado posible.
*Rostros rectangulares. Son muy similares a los cuadrados, pero se destacan por tener la frente más amplia y la mandíbula rectangular y de buen tamaño. Si tu cara entra en esta categoría, debés buscar armazones lo más altos posibles para compensar el tamaño de tu frente y visualmente achicar el largo del rostro. “Evitá lentes alargados horizontalmente, estos definitivamente no van para este forma de cara”, aconseja el experto.
*Rostros ovalados. Si tenés este tipo de cara, prácticamente cualquier tipo de armazón te queda bien. Podés experimentar con muchos modelos y vas a ver que la mayoría van con vos. En este caso, importa más tu estilo, sin embargo, pensá que si el tamaño de tu rostro es pequeño, debés optar por los lentes que no sean muy grandes. La clave es que todo vaya en proporción
*Rostros en forma circular. Una cara redonda necesita unas gafas que, de preferencia llenen el rostro, donde el ancho y el alto se mantengan en proporción. Los armazones que mejor te van son, en general, las que tienen bordes gruesos y amplios. Con esto, conseguís un ligero alargamiento del rostro disimulando la redondez. Los colores profundos también te ayudan a minimizar la atención sobre la forma facial, así que siempre es bueno optar por armazones oscuros
*Rostros en forma triangular. Éstas se destacan por una frente amplia, los huesos de las mejillas altas y el mentón pronunciado y estrecho, tal cual como un triángulo invertido. “La mejor opción es usar lentes tipo piloto aviador, con armazón ligero y poco notorio, que compensarán la mandíbula de forma natural y harán que los lentes te queden como anillo al dedo”, explica Borsalino.
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