Familia y Trabajo
Las opiniones son muchas; la conclusión única: no hay una receta.
Dos simposios recientes en Roma reafirmaron lo que millones
de mujeres del mundo ya sabían por propia experiencia:
quienes “lo quieren todo” –matrimonio, hijos y una carrera–
tienen que afrontar decisiones nada de fáciles.
"Las mujeres tienen que vérselas con una tensión constante entre su papel de
“reina de la casa” y su deseo de realización personal en el mundo laboral",
afirmaba la psicóloga Maria Rita Parsi. Sus declaraciones forman parte de los
contenidos de una conferencia internacional organizada por el Pontificio
Ateneo Regina Apostolorum, bajo el título:
“Mujer entre Familia y Trabajo”.
| Otros conflictos | Para Martha Alicia
Alles, consultora en administración de empresas y profesora en la Universidad de
Buenos Aires, Argentina, es importante que las mujeres decidan qué tipo de
carrera profesional, desean seguir, si lo deciden. A veces, notaba Alles en el Congreso celebrado en Roma, las mujeres no pueden progresar en su lugar de trabajo, pero no porque tengan que hacer frente a la discriminación, sino porque prefieren dar prioridad a las actividades familiares. Algunas incluso eligen dejar su trabajo totalmente, para dedicarse a su papel doméstico. Y una vez que crecen los hijos, algunas mujeres hacen frente a grandes obstáculos para volver a su puesto de trabajo porque el mercado de trabajo no acepta fácilmente a las personas mayores. |
| Mejor que nunca | No hay una receta
única para ayudar a las mujeres a equilibrar sus papeles en la sociedad,
observaba Alles. Sin embargo, aunque las mujeres tienen condiciones más duras
que los hombres para lograr este equilibrio, se encuentran en la mejor situación
que jamás han disfrutado, afirmaba. Nunca antes han tenido tantas oportunidades en términos de nivel educativo y libertad de elección de la forma de vida que desean, afirmaba Alles. Por otra parte, el trabajo actual da prioridad a la inteligencia sobre la fuerza física, un cambio destacable en comparación con el pasado. |
| Sin hijos | Opiniones
contrastadas El conflicto entre familia y trabajo en la vida de las mujeres suscita opiniones diversas. Una respuesta radical –probablemente demasiado radical incluso para muchas feministas– fue expresada por Rachel Roberts en un artículo de opinión publicado el 3 de enero en el Sydney Morning Herald. Su consejo: Es mejor no tener hijos. La autora tiene casi 30 años y afirma, “nunca como ahora he estado más segura de no querer tener hijos”. Roberts declara que, a pesar de los muchos años de feminismo, la sociedad todavía espera que las mujeres tengan hijos. Ella defiende, por el contrario, que tener hijos no es más que una pérdida de tiempo y energías, que se podrían dedicar a otras actividades. |
| Decae la fertilidad | Otros afirman que
es mejor que las mujeres tengan primero hijos, y que solamente después se
preocupen de otros temas, como la carrera profesional. Así lo afirma Sylvia Ann
Hewlett en su reciente libro “Baby Hunger”, informaba el 17 de marzo el
periódico de Londres Observer. Hewlett, antigua consejera del que fue líder del Partido Laborista británico, Neil Kinnock, observaba que las mujeres que deciden establecerse profesionalmente antes de tener familia corren el riesgo de no poder tener hijos más adelante. Muchas mujeres no se dan cuenta de cómo cae en picado su fertilidad a partir de los treinta, advertía. |
| Un hecho conocido para el que se apuntan soluciones | Joe Thompson,
coordinador de un grupo dedicado a ayudar a las personas que no pueden tener
hijos, dijo al Observer: “Ha habido un aumento definido en el número de
mujeres profesionales, con edades entre los 30 y aproximadamente 35 años, que
han contactado nuestros servicios pues se han visto profundamente afectadas por
el hecho de haber dejado la posibilidad de tener hijos para demasiado
tarde”. El Observer citaba otro estudio, “El Empleo de las Madres y el Uso de Cuidados para los Hijos”, realizado por Gillian Paull. “La mayoría de mujeres jóvenes afronta un duro chock cuando trata de tener un hijo y una carrera”, afirmaba Paull. De hecho, cuanto más éxito (en su carrera) tiene una mujer, menos posibilidades tendrá de encontrar un marido y de cuidar de sus hijos, añadía. Una respuesta a este problema, escribía Anne Summers en el Sydney Morning Herald del 25 de febrero, consisten en introducir cuidados infantiles asequibles, preferiblemente cercanos al lugar de trabajo. Hablando en la Cumbre Nacional de Población en Melbourne, Australia, Summers afirmaba que las empresas deberían jugar un papel más importante en la ayuda de las mujeres para que puedan armonizar trabajo y cuidado de los hijos. Para las mujeres de carrera, cuyos relojes biológicos no paran, esta ayuda parece imprescindible. |

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